domingo, 7 de junio de 2009

Amaicha del Valle:

Informe especial 
Gertrudis Wilde

A sólo 160 kilómetros de la capital de la provincia de Tucumán, San Miguel de Tucumán, se esconde esta joya de la naturaleza. Como si de repente, tras una montaña y el sol enceguecedor, se dejara entrever la belleza natural de este sitio del Norte Argentino. La tierra es administrada por la Comunidad de Amaicha, ésta sociedad es única en todo el noroeste argentino por su organización. Ya hace más de 200 años que los descendientes del cacique Francisco Chapurfe llevan adelante esta conducción con todas las prudencias que esta suelo se merece. Esta ciudad de tan solo 1.509 habitantes pertenece al departamento de Tafí del Valle, resaltan entre sus atracciones más llamativas las frutas, alfajores, turrones, quesillos y vinos pateros. Sus pobladores son quienes se ocupan de toda la producción y comercialización, son hábiles artesanos que fabrican y conservan piezas únicas que generan con sus técnicas tradicionales. Herencia de la única comunidad indígena que aún se conserva: diaguitas. Legados y patrimonios que se pasan de mano en mano, de generación en generación.




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